Hay que tener esperanzas
dijo mi abuelo una vez.
Yo ya estoy en la vejez
verá lo mejor mi hijo:
al pueblo volverá la armonía
y buena será la economía.
El hijo también lo dijo:
todo va a cambiar,
la patria se va a recuperar
ya no habrá tiranía.
Yo no lo podré disfrutar
pero mis hijos lo vivirán.
Sus hijos vivieron lo peor:
guerra, dictadura, intolerancia,
escasez, corrupción, arrogancia.
Pero persiste la esperanza,
de que sus hijos vivan mejor.
Y la perorata prosigue hoy.
Ahora escucho a mi hijo,
repetir lo que su bisabuelo dijo:
mis hijos son la esperanza
de una patria sin infección.
Un viejo prócer dijo: ¡Ay patria mía!
Y yo hago eco: ¡Ay Argentina mía!
Autor: Estela Foderé
“Yo espero que los buenos ciudadanos de esta tierra trabajarán
para remediar sus desgracias. ¡Ay Patria mía!
Manuel Belgrano año 1.820”